¿Confianza?

Volvemos entonces al lío de siempre, ¿en quien confias?, oh sí, muchas gente murió hoy, quizá no para el mundo, pero sí para mí, es sorprendente como las cosas pueden ponerse falsas y turbias de un segundo a otro, aunque esta vez me consuelo con un quizá fué para mejor, así talvez sé que definitivamente en este desauciado mundo, horrible y putrefacto espacio terrestre con aire sucio para respirar, definitivamente cada uno está solo, es cierto, sí, no lo quise eschuchar, tapé mis oídos la primera vez que las sircunstancias me lo intentaron decir, huí, por que deseaba un alma confiable, pero no hay culpa en ellos, el aire es tóxico, a veces demaciado, y los mortales como esos simplemente caen debiles y pierden nocion de daños, no son ellos los equivocados, soy yo, por que aún siento quizá un loco, un engañado de sí mismo o tal vez un ser inmortal que está en lo cierto, fuí yo, quien debilmente quise poner parte de mi morral en los hombros de un mortal común, aunque cierto es también que el mayor daño lo recibí yo por engañarme a mí mismo con la utopía del amigo confidente, y es que los dolores que un inmortal puede sufrir no son en lo más minimo apaciguables, y menos cuando te dás cuenta que para los que en verdad siempre fuíste tú, con quienes realmente entregaste más que solo la confianza y el cariño son capaces de desmentir algo así, es cierto, el dolor es insoportable y una vez más las consoladoras lágrimas son las confidentes que los inmortales extrañamos, lo que no somos capaces de derramar, lo que somos negados para liberar junto con nuestra alma....


Esta es la última entrada que habrá en este blog, ya que no quiero nunca más volver a ser leído en mi absoluta desnudez, aquellos ojos de cristal escurridizo que alguna vez adoré no son más que llagas sobre llagas, es dolor super puesto en el dolor, mi espalda no puede con más de esto, el puñal comienza a cercenar mis entrañas y el dolor se comienza a demostrar como espasmos.

Esta el la última carta, quizá la última prosa de un yo eterno que está desnudo a vosotros, es la última llave hacia una cerradura bañada en sangre.

Esta es la última firma de un inmortal en sus días de terrano.

Edward "¿Bloom?" Magañah