me duele esa frase, me duele saberte herida, me duele saberte lejana, Ay suerte mía, me abandonas cuando más te dependo, por que me dejaste traicionar las rimas de sus labios, por que suerte impía, me dejaste traicionar el Edén de su piel de ébano, y ahora, ahora me dejas sólo frente a mi error, como un pobre chiquillo desnudo en la lluvia [oh!, lluvia de mi corazón, ayudame a cubrir estas lagrimas con el milagro de tus gotas], cuanto dolor se puede almacenar en un recuerdo sufrido e inborrable, y es que te perdí, perdí tu inosencia, perdí la oportunidad de ser uno contigo, de ser alma de tu alma, boca de tu boca.
...Y, dolorsamente replico rímas que como un puñal atraviesan mi ser.
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón...
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por que callé aquél día?"
y ella dirá. "¿Por qué no lloré yo?"
... Diosa de la noche, noche de mi noche, de ojos brillantes como estrellas, que he de hacer para recuperar todo lo que de tí he dañado, como volver a ver aquella mirada que brillante quedó incrustada en mi pupila por la eternidad como un hermoso tesoro guardada está, ¿es que existe realmente alguna posibilidad de perdón? ¿Crees en la segunda oportunidad? y es que angel de mi alma, cuanto daría yo por volver a ver aquella sonrisa en la rima de tus labios....
